INFORMACIÓN SOBRE LA VIA VERDE DEL PAS, que recorreremos en bici o a pie en la excursión que celebraremos el día 28 y 29 de junio.
Esta propuesta de recorrido discurre por
la Vía Verde del Pas entre ayuntamientos de los Valles Pasiegos. Desde
las localidade de Ontaneda hasta Sarón.
En ambos, nos encontraremos con vías verdes perfectamente
acondicionadas: con buen firme, señalización, áreas de descanso,
cerradas al tráfico de automóviles... Entre estas dos rutas existen
algunos tramos (a la altura de Puente Viesgo, Sarón y La Penilla ) que
han sido acondicionados para el paso en bicicleta o a pie pero que no
tienen señalización específica.
Km 0
El
primer tramo, denominado "Circuito de Ontaneda" es un bucle cerrado
que, en un 50%, se desarrolla sobre la plataforma del ferrocarril y
arranca frente a la antigua estación (convertida hoy en oficina de
turismo) de la villa de Ontaneda. Tras una corta travesía urbana, en la
cual deberemos tener especial precaución en los cruces, llegaremos a una
intersección tras la que, unos postes dispuestos sobre la ruta, nos
informan de que entramos en un tramo exclusivo para usuarios no
motorizados. Al llegar a las calles de San Vicente de Toranzo,
volveremos a un tramo que vuelve estar abierto a un levísimo tráfico
llegando, al km 2, frente a una industria maderera. En este punto, el
Circuito de Ontaneda vuelve sobre sus pasos y llega de nuevo hasta
Ontaneda, concretamente junto a un balneario. Tras bordear el recinto
termal, se llega de nuevo a la estación de Ontaneda.
Otra opción es omitir el circuito de Ontaneda y tomar
directamente, desde la antigua estación, la traza original del
ferrocarril hacia Santander. El primer elemento a destacar de la Vía
Verde es el puente de hierro que cruza el río Pas que está acondicionado
para el paso de peatones y vehículos ligeros (es decir, bicicletas y
turismos y motocicletas). Al otro lado del puente continúa el tramo
asfaltado hasta llegar a la casilla y el andén del apeadero de San
Martín. Tras el apeadero, la ruta se discurre por la ladera derecha del
valle, llevándonos hacia el pueblo de Santiurde, la capital del
municipio.
Km 6
El
pueblo de Santiurde (km 6), la Vía llega a un acueducto de antigua
conducción de aguas y el camino continúa en paralelo a la carretera. Al
llegar a la localidad de Soto, tiene un par de cortes; el primero
transcurre por las calles del pueblo hasta llegar, en el km 9, a la
Estación de Soto. Tras ella, nos encontraremos el segundo corte, que nos
lleva durante 300 m por la carretera de Penilla. Hay que tener mucho
cuidado mientras se circula por esta carretera que, aunque no muy
transitada, tiene tráfico abundante. Tras pasar la iglesia llegamos de
nuevo a la Vía Verde de nuevo acondicionada sólo para ciclistas y
caminantes.
La ruta se dirige ahora hacia Penilla. Tras esta
localidad, la Vía baja hacia la orilla del río en otro tramo que se ha
recuperado para el paseo. En esta misma zona merece la pena pararse a
contemplar el viejo lavadero situado a la orilla de la vía que además se
ha acondicionado para que los más pequeños puedan jugar y los mayores
descansar.
Km 12
En
este punto se encuentra la estación de Puente Viesgo (km 12), que aún
conserva su edificio de viajeros y su reloj de andén y su interior ha
sido acondicionado como Museo de la Prehistoria. Pasado Puente Viesgo y
su iglesia románica, la ruta continúa durante los dos siguientes
kilómetros con apariencia de carretera y aunque, el paso de un coche es
raro, hay que tener cuidado.
Antes de llegar a Pomaluengo (km 17), hay que cruzar la carretera
N-634 con mucha precaución y continuar la ruta por esta localidad,
pasando por la antigua estación de tren. A partir de ahí, tras una larga
recta, la Vía Verde vuelve de nuevo hacia la carretera y habrá que
circular por el arcén de la misma durante unos 300 m. Este es el tramo
más peligroso de la ruta ya que el tráfico de camiones es intenso.
De vuelta de nuevo a la Vía Verde, que se encuentra entre la vieja y
la nueva carretera, llegamos al pueblo siguiente, La Penilla (no es un
error: se repite de nuevo este topónimo). El antiguo trazado de
ferrocarril discurre a continuación, por una zona verde que
paulatinamente se angosta entre la carretera y el río Pisueña hasta
llegar a La Encina por una senda arbolada que pasa junto al antiguo
molino Torrentero o de La Campanilla
La
llegada a la localidad de Sarón (km 23) supone, por ahora, el fin de
este tramo peatonal. El paso del valle del Pisueña hacia el norte hay
que hacerlo por una carretera, siguiendo las indicaciones que conducen
hacia Obregón, Santander o Cabárceno. De nuevo, se recomienda especial
prudencia debido a que hay que circular por la carretera que hay que
abandonar en el primer desvío hacia la localidad de Obregón.
Km 26
La ruta atraviesa la localidad Obregón de lado a lado para volver
a salir, por un cortísimo tramo, a la carretera que subía desde Sarón.
Dejaremos la carretera definitivamente en el desvío por el que se accede
al Parque de Cabárceno.
Junto a la casilla de información del Parque, se inicia el tramo
de la Vía Verde Astillero-Obregón desde la que se recorren 6,3 km de
descenso hacia el mar por una pista reservada para ciclistas y
paseantes. En este tramo, que discurre por zonas boscosas y tierras
agrícolas y pastos, ya existen fuentes, bancos, mesas, papeleras,
señalización y todos los elementos que caracterizan a las Vías Verdes.
La ruta pasa junto a la recuperada estación de La Concha (km 29) y llega
finalmente a la ría de Solla, en la bahía de Santander. Este paraje
natural es atravesado por el viejo puente metálico del ferrocarril, tras
el que la vía enfila hacia las casas de Astillero (km 34), fin de este
singular recorrido. En esta localidad, los modernos trenes de FEVE
pueden ahorrarnos el difícil acceso por congestionadas carreteras hasta
la deliciosa capital cántabra, evocando el término original de los
trenes que un día venían desde el Pas.