CENA DE NAVIDAD DEL CLUB CICLISTA DE ALAEJOS
El pasado 21 de dicimbre celebramos en el restaurant Puerta Grande la tradicional cena de socios de club. Como otros años se hizo un homenaje-despedida a los alumnos de nuestra escuela que, al pasar a la categoría de cadetes, cambian de aires y abandonan la disciplina de la Escuela de Ciclismo de Alaejos. En esta ocasión la homenajeada fue María Mangas Alonso, nos acompañaba desde muy niña y por eso la despedida fue más emotiva.
Cada año se distingue a uno de los socios que más ha colaborado y trabajado por nuestra asociación, tras el reconocimiento en años anteriores a Teodoro, Mª Jesús y Félix, Manolo y Julián, esta vez la junta directiva estimó que el máximo merecedor de la exclusiva medalla del club ha sido Paco Hernández. En la medalla de reconocimiento estaba escrita la siguiente frase: " a Paco, por su generosidad y por su alegría contagiosa"
El brindis le tocó a Susana Lucas, que nos deleitó con estas emotivas palabras:
Hace
justo ahora un año, me propusisteis ofrecer este brindis, lo que viví como una
oportunidad de compartir lo que viene significando este primer año de
pertenencia al Club Ciclista (con mayúsculas) de Alaejos.
Me
alegra ver aquí muchas caras conocidas, porque de una forma u otra venís
formando parte de mi vida, ya desde la infancia, en este escenario que es
nuestro pueblo.
Vaya
por delante mi agradecimiento para todas las personas de este Club y, en
particular, para quienes desempeñáis la tarea organizativa.
Quiero
destacar el talante humano de todas y cada una de las personas que formáis
parte del Club, que es la mayor riqueza que se puede tener: que sigáis siendo
una referencia en la que mirar, con el buen humor, el apoyo y el acompañamiento
que transmitís en cada encuentro que tenemos.
Aunque
el Club Ciclista se entienda como una Organización que tiene un objetivo
deportivo, como actividad principal, me gustaría destacar otros aspectos que he
observado, no menos importantes, y que resaltan su relevancia: constituye por
sí mismo un punto de encuentro que sirve de cohesión social, de vía de diálogo,
de potenciación de iniciativas a otros niveles (cultural, económico...) y de unión
entre personas de muy diversas edades, contribuyendo así al desarrollo
rural y a valorarlo. En definitiva, está dando vida al pueblo. Y, el hecho de
que estemos aquí, es una buena muestra de ello.
Club que también nos da la oportunidad de volver a descubrir los paisajes de nuestro
pueblo, moviéndonos por caminos que bordean pinares salpicados; senderos que, al
andar por ellos, “casi desde que teníamos uso de razón“, nos parece como si en
realidad nos pertenecieran, bajo el cielo limpio de nuestra tierra.
Y, además de disfrutar con esta forma de movernos, estamos fomentando iniciativas que no contaminan y, por lo tanto, que
favorecen la salud (“¡quién sabe si algún
día nos den algún premio por ello…!”); mientras tanto, disfrutemos de este
privilegio que ahora tenemos y que es el mayor premio que la vida nos puede
conceder: el realizar conjuntamente este proyecto en el que creemos y hacerlo
lo mejor posible.
¡Continuemos y brindemos por esta oportunidad de compartir!
El final de la cena lo constituyó un divertido sorteo de regalos por parte de Alicia y Adolfo, que con su selección de obsequios, en esta ocasión pensados para endulzar nuestros estómagos, nos hicieron pasar un momento divertido.
¡¡¡¡¡¡¡Hasta el año próximo!!!!!!!!
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